Tengo estudios de licenciatura en Contaduria, estudie la Licenciatura en Administración, la Maestría en Finanzas, y he cursado doplomados en Planeación Fiscal (ITAM- CDMX), Defensa Fiscal (IEE-Guadalajara) Y Nomina (CAFIL), y me he capacitado como instructor y capacitador.
Al igual que muchos de ustedes, fuí parte de la vida godín y despues comencé mi camino como contador independiente en el año 2014, al principio mi “despacho” era uno más, replique el modelo de negocio en el que había trabajado y en el que había visto por años, pero recordé lo complicado que era la contabilidad y los impuestos para mis compañeros con los que estudie la licenciatura en administración, y cuando empecé a dar clases a estudiantes de licenciatura, me convencí de que con el camino que estaba siguiendo no lograría mi meta de difundir mi conocimiento del mundo fiscal a quienes lo necesiten.
La razón es que me estaba convirtiendo en el clásico “contador cuadrado” (seguro conoces a más de uno, ¿verdad?, entonces sabes de lo que hablo).
Yo llamo a ese perfil el "contador de la vieja escuela", ese profesionista apasionado por registrar, cuadrar y amarrar cuentas todos los días, con su mundo lleno de facturas, estados de cuenta y papeles de trabajo.
Aunque esto es parte esencial de la contabilidad, muchos de esos contadores parecen más policías del SAT que aliados de los emprendedores.
¿Te suena familiar? Es el tipo de profesional que, cuando le haces una pregunta, te responde con tecnicismos que no entiendes, y terminas más asustado que informado.
Lo peor es que su alcance suele quedarse corto: "hacer contabilidad" o "calcular impuestos", sin ir más allá, sin realmente buscar ayudarte a que tu negocio prospere o se mantenga a flote.
Cuando me di cuenta de esta situación, decidí cambiar el camino. Quería acercarme a las personas, resolver sus dudas y acompañarlas en su inicio en este complicado mundo de los impuestos.
Empecé a usar las redes sociales, pero admito que lo hice mal. Subía fotos y videos de mi día a día, pensando que eso bastaría para conectar con la gente. Hasta que me encontré con otros creadores de contenido y descubrí que el secreto estaba en enseñar lo que sabía, pero había un gran reto:
¿Cómo hacerlo comprensible para los no contadores?
Porque, seamos sinceros, un gran defecto de muchos contadores es que explican todo como si estuvieran hablando con colegas. El resultado es frustrante: no entiendes nada y terminas aún más confundido.
Así fue como empecé a compartir contenido educativo en Instagram, Facebook y YouTube. Estas plataformas me dieron la oportunidad de transmitir mi conocimiento de manera sencilla y clara. Con el tiempo y la retroalimentación de mi audiencia, logré construir canales donde no solo resuelvo dudas sobre la autoridad fiscal, trámites ante el SAT o declaraciones de impuestos, sino que también desmiento muchos mitos que circulan por los medios.
Hoy, más que nunca, vivimos en una era electrónica donde la autoridad fiscal puede emitir revisiones y multas con una rapidez impresionante. Esto plantea nuevos retos tanto para emprendedores como para consultores, y estoy aquí para enfrentarlos contigo.
Mi misión es acompañarte en este camino hacia la vida adulta y el pago de impuestos, para que sepas que, aunque tienes obligaciones, también tienes derechos, y estos deben prevalecer ante cualquier acto de la autoridad.
Recuerda que No estás solo en esto, y mi compromiso es ayudarte a entender, cumplir y mantenerte tranquilo frente a tus responsabilidades fiscales.