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¿Cómo enfrentas tus problemas?


Con el paso de este tiempo en redes sociales, me he encontrado una buena cantidad de personajes, pero hay uno en particular que aún no entiendo, le iba a denominar “la victima”, pero también puede ser el “quejumbroso”.


Y con la intención de ponerte un poco de contexto, te platicare de la señora Matilde.


La señora Matilde era una persona que trabajaba en una empresa que hacia pasteles (la conocí porque ese era mi primer trabajo), era la encargada de la limpieza, creo que ya andaba en sus 50’s, siempre alegre, de buen humor, le gustaba el chisme, y cada viernes y sábado sin falta se iba a bailar y por unos tragos coquetos, y el domingo se iba al estadio a ver a los pumas. Esta era su rutina el año que yo deje de trabajar en esa empresa, por allá de 2007.


A mis 20 años ganaba casi lo mismo que ella, y a la fecha no me explico como le hacia para que le rindiera el dinero, por que yo sabia que cuidaba a sus nietas, y ahí fue cuando descubri su historia, y es la que me sirve de contexto en esta situación.


Matilde se caso muy joven, y buena parte de su vida vivió violencia familiar, tanto ella como sus hijas, como no éramos tan amigos pues obviamente no conocía tantos detalles, pero ese de por si ya era escalofriante. Cuando entre a ese trabajo ella regresaba de un tratamiento de quimioterapias, le había dado cancer.


Pasaron un par de años y, en una ocasión, nos enteramos que, una de sus hijas, que al casarse también sufrió violencia, estuvo en el hospital (derivado de esa situación), así que Matilde a veces faltaba o llegaba tarde por que pasaba las noches cuidándola. Meses después nos enteramos que su hija había fallecido, por eso Matilde cuidaba a sus nietas.


Ya en la ultima etapa en esa empresa, y yo a punto de salirme, Matilde volvió a enfermar, cancer de nuevo, esta vez sometida a una cirugía para quitarle los senos, eso fue lo ultimo que supe de ella, hasta que me la encontré en el metro…


Corría quizá el año 2009, y yo iba de camino a mis clases en la UNAM, como la primer clase era a las 7 am, quizá eran como 6.30 am cuando, vi a una persona que me saludaba del otro lado del vagón del metro, como me había quitado los lentes, solo veía una figura borrosa, ajajaja, pero al ponérmelos vi que era ella.


Y su actitud, como siempre, risueña, de buenas, ahora a la distancia la recuerdo y reflexiono ¿esta era la señora que sufrió cáncer dos veces? ¿que perdió a su hija?, y sobre todo, que tenía un trabajo para vivir al día!


Verla me sorprendió, obviamente solo cruzamos un par de palabras, pero reitero, reflexionando, ¿esa es la actitud de una persona que tiene razones de sobra para quejarse con la vida?


Y con esto pienso en este personaje que te mencione al principio de este texto, y me refiero a el como “personaje” por que este personaje me lo he encontrado representado en hombres, mujeres, jóvenes, adultos, y todos con esa característica: andar por la vida quejándose.


Entiendo que a algunas personas les va “mejor” que a otras, pero este personaje, como le va “mal”, tiene que esparcir su infelicidad por el mundo, ya sea con comentarios en redes, con quejas el gobierno, con quejas a cualquier persona que haga contenido y su pensamiento no coincida con ellos.


No me queda mas que agradecer a personas como Matilde, que han perdido a un ser querido, que la pasan mal, que tienen algún problema y aun con eso, continúan su camino, te regalan un saludo, una sonrisa, y demuestran (no a los demás, sino a ellos mismos) que la vida sigue y que buena parte de resistir es la actitud que tienen para enfrentar al mundo.


Y también, agradecer al “quejumbroso”, por que me da el ejemplo de como no quiero ser, ejemplo de cómo, un problema, puede hacerse peor si no tienes una buena actitud para enfrentarlo. Y también les agradezco por que me demuestran que ir por la vida quejándose, no resolverá tus problemas, es más, ni siquiera te acercara a resolverlos.


No quiero que creas que tener buena actitud es color de rosa, y que siempre te sentirás con actitud, que más quisiera yo que decirte “mira, esta es la fórmula mágica que uso para levantarme todos los días al 100” pues no, soy humano y en efecto, hay días en los que la actitud nada mas no aparece, pero, en esos días, es cuando tienes QUE HACER ALGO, desde poner una película, un video que te motive, salir a caminar, comer helado, o en los casos mas severos, ir con un especialista de la salud, pero HAY QUE HACER ALGO.


No podemos enfrentar nuestros problemas sin hacer algo. ¿Nos va mal? Claro, a todos nos ira mal en algún momento, quizá algunos son mas tolerantes a los problemas, pero si algo he aprendido, y te lo vuelvo a repetir, ¿Qué estamos haciendo para enfrentar esos problemas?


Te molesta no tener dinero, o tener deudas, ¿Qué estás haciendo para combatirlo?


No tienes trabajo, no tienes clientes ¿Qué estás haciendo para combatirlo?


Estas enfermo, perdiste a un ser querido, y te sientes triste, y desesperanzado, ¿Qué estás haciendo para combatirlo?


Por qué, un error clásico, también es hacer las cosas como siempre las hemos hecho, esperando nuevos resultados, así que, para cambiar lo “malo” de tu vida, lo primero será también cambiar muchas cosas que haces en tu vida, y eso, es un gran reto que pocas personas intentan.


Vic









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